Según un sondeo de Reuters, el programa de compra de activos del Banco Central Europeo está dañando las ganancias bancarias mientras que su contribución para facilitar las condiciones crediticias es escasa o está en baja.
El modesto resultado de la encuesta -realizada en marzo entre 141 bancos de la zona euro- generaría más críticas hacia el presidente del BCE, Mario Draghi, quien ha quedado nuevamente bajo la lupa alemana por acudir a la impresión monetaria para alentar la economía regional.
Puntualmente, el sondeo mostró que en los seis meses a marzo, en promedio, sólo una pequeña mayoría de los prestamistas han flexibilizado sus estándares crediticios, que determinan quiénes reciben un préstamo, como resultado del programa. Esto se ubicó en línea con el sondeo de octubre, en el que se había preguntado por última vez al respecto.
Si bien las compras habían tenido un efecto más marcado sobre el alivio en los términos y condiciones para la adquisición de préstamos, por ejemplo sobre las tasas de interés aplicadas, el impacto ahora pareció más débil de lo referido en la encuesta previa.
Al mismo tiempo, los bancos señalaron que están viendo como se diluyen sus márgenes de interés neto como resultado de las compras, que incrementaron la cantidad de efectivo en el sistema financiero de la zona euro y produjeron una baja en las tasas.
En promedio, el 81% de los bancos reportó una caída en sus ingresos por interés neto como resultado de la tasa de depósito negativa del BCE, que opera concretamente como un cargo por dejar dinero estancado en el banco central.
El BCE aumentó en un tercio la cantidad de activos que compra mensualmente y recortó sus tres principales tasas en marzo. No se espera que efectúe ningún cambio en la política en su encuentro del jueves para fijar los tipos de interés.
El banco central está comprando 80.000 millones de euros por mes, fundamentalmente en bonos soberanos, con el fin de estimular el crédito y la inflación en la zona euro.