Tras las bajas iniciales, Wall Street parecía querer recuperarse, con el Dow Jones 0,1% arriba y el S&P500 (0%) neutral, dejando atrás los rojos iniciales, producto de la incertidumbre de los inversores, tras la difusión de un nuevo reporte oficial de empleo en USA.
Es que las cifras de hoy no cumplieron con la expectativa del mercado, ya que la economía americana creó 160.000 empleos, por debajo de los 200.000 previstos por los analistas de Bloomberg. En la misma línea, el sector privado activó 171.000, cuando las proyecciones apuntaban a una lectura de 195.000, mientras que por otro lado, la tasa de desocupación aumentó levemente a 5%, contra el 4.9% estimado.
Además, se revisaron a la baja los datos de marzo, que quedaron en 208.000, desde los 215.000 iniciales, al tiempo que el salario medio por hora aumentó 0.3%, en este caso, cumpliendo con los pronósticos.
Al margen de las cifras en sí, no obstante, lo más relevante pasaba por la interpretación del reporte por parte de la FED, que, como es sabido, lo toma muy en cuenta -junto con otros- para delinear su política monetaria.
Dicho esto, entonces, la pregunta del millón pasaba por saber si la entidad optará por demorar aún más la suba de tasas, ahora que en abril la creación de empleos resultó más baja de lo esperada.
Ciertamente y tal como indicaba el Wall Street Journal (WSJ), la creación de empleo de abril fue la más débil desde septiembre, en lo que podría ser una señal de que la economía está creciendo menos.
En lo que va de año, se crearon una media de 192.000 empleos mensuales en USA, una cifra que se sitúa por debajo de la media de 229.000 registrada en 2015. Pero, por otro lado, la tasa de desocupación se encuentra en un valor muy cercano a lo que la FED considera como pleno empleo.
“Los datos de abril son especialmente importantes para los miembros de la FED, que desean saber si el freno económico del primer trimestre será tan sólo temporal. Pero estos datos indican que la debilidad económica se está extendiendo al segundo trimestre, lo cual reduce la posibilidad de que la entidad suba las tasas de interés antes de las elecciones presidenciales”, explica Chris Williamson, economista jefe de Markit, según Reuters.
En tanto, desde Barclays confirmaron que ahora sólo apuntan a una suba en 2016 –puntualmente en septiembre- frente a las dos que esperaban anteriormente, ya que entienden que los miembros de la FED necesitarán más tiempo para analizar la evolución de la economía y su recuperación tras el débil inicio de año.
Por otro lado, los analistas de Capital Economics, señalaron que “es imposible que la economía siga creando más de 200.000 empleos mensuales, con un crecimiento potencial del PIB menor del 2%”.
En su opinión, el dato no es preocupante y tampoco supondría un obstáculo para la FED a la hora de ajustar su política monetaria en junio. “Todavía pensamos que la FED subirá las tasas en junio, pero será una decisión muy reñida”, dijeron.
Por su parte, Mohamed A. El-Erian, asesor económico jefe de Allianz, comentó o en Twitter que “a medida que los mercados digieren las partes internas del informe, bien podrían volver a su reacción inicial de reducir drásticamente la probabilidad de subida de tasas en 2016”.