La fortaleza que el dólar estadounidense viene exhibiendo desde la victoria de Donald Trump en las elecciones del 9 de noviembre dejó grandísimas pérdidas en los mercados emergentes, de las que todavía no han comenzado a recuperarse. No obstante, los principales fondos de inversión de todo el mundo están apostando por los activos financieros de estos países y esperan un rebote de cara al próximo año.
BlackRock, por ejemplo, espera cosechar sólidas ganancias en los países en desarrollo el año próximo, especialmente en el mercado de bonos, según declaraciones del estratega jefe en mercados de renta fija de la firma de inversión, Jeff Rosenberg, para Reuters. Por ahora, el diferencial de rentabilidades de los bonos en estas naciones y el bono del Tesoro de USA es de más de 10 puntos básicos, pero compañías como Baring Asset Management Ltd, creen que tanto analistas como agencias de calificación están confundiendo problemas cíclicos con estructurales al contemplar el sector. “Nuestra evaluación de los mercados emergentes se está fortaleciendo”, afirman.
El panorama actual, sin embargo, no es muy alentador: el índice de Morgan Stanley Capital muestra que las bolsas de países emergentes cayeron un 7% en términos generales desde la victoria de Donald Trump. Divisas como el peso mexicano o la lira turca han cedido un 10% contra el ‘billete verde’.
Sin embargo, otras firmas como Makena Capital Management LLC también mantienen un sesgo positivo de cara al año próximo, explica Reuters. “Si tu exposición en la correcta y mantienes una perspectiva de largo plazo, puedes posicionarte significativamente en los mercados emergentes”, explica la firma a la agencia de noticias británica.
Por su parte, el fondo AllianceBernstein se muestra especialmente alcista en el sector de la energía y está invirtiendo en países como Rusia y Brasil.
<b>LAS AGENCIAS DE CALIFICACIÓN SIGUEN ALERTANDO DE RIESGOS</b>
En el otro lado de la balanza, las agencias de calificación como S&P, Moody’s o Fitch lanzaron previsiones muy negativas sobre estos países. Moody’s, por ejemplo, alertó sobre mayores fugas de capitales de las naciones en desarrollo y de peligros de debilidad en el sector bancario.
Esta advertencia no es gratuita. Sin ir más lejos, el Institute for International Finance de Washington informó que en los tres últimos meses del año USD 23.000 millones huyeron de los fondos de los mercados emergentes, mientras que concretamente, USD 18.000 millones volaron desde el 9 de noviembre.