Los últimos datos de inflación en Alemania muestran una caída contundente de este indicador, lo que hace válida la hipótesis del BCE, que había argumentando que la suba de precios era temporal y estaba provocados por componentes coyunturales más que estructurales.
Con los datos en la mano, ni medios de comunicación, ni políticos, ni economistas alemanes podrán ejercer presión sobre Draghi para que cambie su hoja de ruta e inicie antes de lo previsto la subida de tipos o la retirada de estímulos.
Este 2017 los problemas llegaron pronto para Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo. La contundente subida del Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) generó rápidamente en Alemania nuevos llamamientos para poner fin al estímulo extraordinario del BCE. Mario Draghi tuvo que cambiar su discurso en la reunión sobre política monetaria de marzo para tranquilizar a los ‘halcones’, sin embargo, puede que ese cambio de discurso quede en nada.
Precios en Alemania y España
Con la llegada de la primavera, todo cambió de forma muy rápida. Primero, se ha producido la mayor caída de la inflación en Alemania desde 2013, lo que muestra que los efectos de la energía han estado enmascarando la debilidad subyacente, tal como Draghi y sus colegas habían estimado.
Además, desde el BCE aseguran que su discurso de marzo se malinterpretó, que las palabras de Draghi “la alerta deflacionista ha finalizado” no suponían un paso hacia delante para iniciar la suba de tasas.
Además, los datos de inflación en España también pueden ayudar a Draghi. El IPCA cayó 2,1% desde el 3% que registró en febrero, lo que deja entrever que las estadísticas del viernes para la zona euro en su conjunto podrían ir en la misma dirección.
En ese contexto, varios miembros del Consejo Gobierno del BCE expresaron su apoyo al programa de estímulos para que se mantenga sin cambios hasta finales de 2017.
“Es de esperar que los llamamientos erróneos (de periódicos, de algunos políticos o tal vez de una parte de los economistas alemanes) se apaguen,” asegura Louis Harreu, economista de Crédit Agricole en París. “Ahora los mercados pueden escuchar a los miembros del BCE con una visión más equilibrada: No, el objetivo del BCE no se ha alcanzado. No, el objetivo del BCE no es una inflación de 2%”.
Ninguno de los 35 economistas encuestados por Bloomberg pronosticó que el ritmo de crecimiento anual de los precios en Alemania se desaceleraría tanto como lo hizo en marzo, hasta el 1,5% frente a 2,2% de febrero. Estos datos junto a los de España dejan entrever que las anteriores subidas del IPCA estaban muy condicionadas por factores coyunturales que se están normalizando.
“Aún no estamos lo suficientemente confiados en que la inflación convergerá a niveles consistentes con nuestro objetivo de manera duradera”, ha asegurado el economista jefe el BCE, Peter Praet, en referencia a la meta del 2% de inflación fijada por la institución.
La próxima reunión del BCE será el 27 de abril, antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Si la votación es más disputada de lo que prevén los sondeos, la entidad podría decantarse por actuar con más precaución.
El jefe del banco central austriaco, Ewald Nowotny, abogó por mantener el curso actual, indicando que “la estrategia para 2017 ya fue establecida casi en su totalidad y desde mi punto de vista no hay razón para abandonarla”. Su par finlandés, Erkki Liikanen, expresó igualmente su apoyo a la actual política del BCE.
El único disidente fue Klaas Knot, gobernador del banco central holandés y quien se ha opuesto a la mayoría de medidas de alivio del BCE. Knot dijo que “solo si la economía va mejor de lo que esperamos ahora en nuestras estimaciones podríamos analizar si empezar a disminuir” los planes de compras de 60.000 millones de euros mensuales en activos hasta fin de año.
Finalmente el plan de Draghi se va a poder llevar a cabo. La inflación se ha normalizado y podría volver a mostrar su debilidad en los próximos datos. De este modo será complicado ver al BCE subiendo los tipos antes de los previsto o realizando cambios en su programa de estímulos.
Bloomberg.