El Banco de Inglaterra (BoE) aumentó su previsión de crecimiento para 2017, 2018 y 2019, a pesar de la incertidumbre por el Brexit.
De esta manera, para el organismo, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) británico será de 2% este año, desde el 1,4% previsto, de 1,6% en 2018 (en vez de 1,5%) y de 1,7% en 2019 (en lugar de 1,6%).
El aumento de las previsiones se debe en gran parte al incremento del gasto público tras años de austeridad anunciado por el ministro de Finanzas, Philip Hammond, para contrarrestar el potencial impacto negativo de la salida de la Unión Europea, explicó el BoE.
Además, tal como estaba previsto, la entidad anunció que mantendrá en su mínimo histórico de 0,25% su tasa de interés.
“El rumbo positivo de la economía no se trasladará necesariamente a los bolsillos de los británicos”, dijo el banco, mientras que por otro lado advirtió que “la persistente moderación del crecimiento salarial y el aumento de precio de las importaciones por la devaluación de la libra se traducirán probablemente en un debilitamiento del crecimiento de los ingresos reales de los hogares”.