La agencia calificadora de riesgo canadiense DBRS mantuvo a Uruguay en una calificación BBB (low) con tendencia estable, lo que implica un escalón por encima del grado inversor.
Como fundamentos de la calificación, la agencia destacó las “fuertes instituciones públicas”, el “conservador manejo de la deuda” y los “amplios amortiguadores externos”. Sin embargo, alertó que en Uruguay existe una “limitada flexibilidad fiscal”, una inflación “fuera del rango meta” y “exposición a asuntos internos”.
Según un comunicado de DBRS, el mantenimiento de la nota confirma la visión de la agencia que entiende que Uruguay “ha soportado” las recesiones de sus vecinos Brasil y Argentina. DBRS destaca también que “los pilares básicos de la política macroeconómica gozan del apoyo de todo el espectro político”.
El “desafío clave”, según la agencia, es el déficit fiscal, que cerró el 2016 en 3,6% del PBI, cuando había llegado a 0,9% en 2011. Se trata del punto que más preocupa al ministro de Economía Danilo Astori, quien ha declarado que “no puede pasar que se nos vaya de las manos”.
DBRS advierte que “la consolidación fiscal” emprendida por el gobierno enfrenta varios obstáculos. “En primer lugar, revertir la trayectoria creciente del gasto podría ser complicado debido a las protecciones legales y constitucionales del régimen de pensiones y salud. Segundo, una sobredependencia de los recortes a la inversión pública podría debilitar las proyecciones de crecimiento a mediano plazo. Tercero, muy probablemente se necesiten medidas adicionales incluso después de 2019 para consolidar la trayectoria a la baja del déficit fiscal”.
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