La confianza y optimismo sobre el crecimiento de sus empresas, especialmente en el corto plazo, diferencia a los CEOs de Latinoamérica en relación con sus similares de otras regiones, según lo revela el estudio 2017 Global CEO Outlook elaborado por la firma consultora KPMG.
El reporte muestra un panorama general de las principales preocupaciones y expectativas de los primeros ejecutivos de algunas de las empresas más importantes del mundo, para lo cual se consultaron aproximadamente 1.300 CEOs, incluyendo 271 provenientes de 17 países de América Latina.
Los resultados obtenidos muestran una visión positiva del futuro de parte de los ejecutivos locales, donde el 82% de los entrevistados tienen la seguridad de lograr el crecimiento de su empresa en el próximo año, porcentaje que está ligeramente por encima del promedio global de 79%.
Según detalla KPMG, 8 de cada 10 consultados manifestaron esperar que este aumento anual sea de hasta 2% en los próximos tres años.
El estudio señala a Panamá y Uruguay como los países más optimistas, ya que el 100% de sus entrevistados aseguraron tener la confianza de crecer en los próximos 12 meses e incluso en Uruguay se espera que esta tendencia se mantenga a lo largo de los siguientes tres años, en Panamá, la expectativa baja al 90%.
A estos países, les siguen Brasil, Venezuela y Perú donde el 96%, 93% y 92%, respectivamente, de los altos ejecutivos entrevistados manifestaron tener la confianza de crecer en el próximo año.
Excluyendo el caso panameño, los demás países del istmo centroamericano no muestran la misma confianza y expresan un panorama más conservador, solo el 71% de los CEOs consultadas desde Guatemala hasta Costa Rica esperan tener un crecimiento en el próximo año y apenas el 31% proyecta que este crecimiento se mantenga en para los próximos 3 años.
Para José Bermúdez, socio líder de la práctica de Asesoría de KPMG Costa Rica, esta situación responde a características propias del mercado centroamericano, el cual es influenciado fuertemente por factores sociales, económicos y políticos que dificultan la planificación a largo plazo, por ejemplo, la inflación, la migración o la inseguridad.
“En la región, e incluso en toda América Latina, los mercados locales suelen estar compuestos principalmente por empresas familiares que llegan a dominar su sector y a saturar sus opciones de crecimiento orgánico, lo que obliga a las organizaciones a replantear su estrategia. Así, como consultores hemos ayudado a varias empresas a desarrollar procesos de diversificación o internacionalización de su negocio, con el fin de contribuir en la mejora de sus proyecciones de crecimiento” concluye Bermúdez.
Fuente: KPMG, Americaeconomía.com