La gran historia que recorre los mercados financieros es Deutsche Bank y los crecientes temores de que pueda quebrar y se convierta en el próximo Lehman Brothers. En el mercado de las divisas, esto se traduce en un apetito por las monedas refugio como el yen y el franco suizo. Mientras la moneda nipona pone bajo presión el nivel psicológico de los 100 yenes por cada dólar, la divisa suiza deja máximos de un mes ante el billete verde y escala hasta casi un pico de dos meses contra el euro.
La aversión al riesgo se notó -y fuerte- en el mercado tras las informaciones de Bloomberg sobre que 10 fondos de inversión que operaran a través del banco están retirando el excedente de efectivo, rebajando los avales de las operaciones y, en general, reduciendo su exposición a la entidad alemana. Millennium Partners, Capula Investment Management y Rokos Capital Management se encuentran entre los que han movido parte de sus carteras de derivados a otras firmas, según un documento interno al que tuvo acceso la agencia de noticias.
Las consecuencias no se hicieron esperar. En las últimas 24 horas, las acciones del banco se derrumbaron -hoy llegó a caer 10%- y las divisas se desploman. “Deutsche Bank se vio afectado por los problemas las últimas semanas pero, según fueron bajando sus acciones, la tensión se fue convirtiendo en una mayor aversión al riesgo”, apunta la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. Este hecho tuvo sus efectos en la más reciente escalada del yen, que ayer cerró la rueda en los 100,085 yenes contra el dólar, aunque hoy logró recuperarse por encima de los 101 yenes.
El franco suizo, por su parte, sigue cambiándose en precios cercanos a los 0,9654 por cada billete verde, apenas un 0,1% por encima de los niveles no vistos en un mes con los que cerraba el jueves. En su cruce contra el euro, no logra desmarcarse del cambio en los 1,0830 francos suizos
Curiosamente, el euro no fue la divisa más zarandeada por la tormenta desatada en torno al Deutsche Bank. Lien apunta que sólo hay dos explicaciones plausibles acerca de la resistencia de la moneda única: “El rendimiento de los bonos de Alemania está subiendo y el de los bonos del Tesoro de Estados Unidos está bajando o gran parte de los inversores sigue creyendo que el Deutsche Bank es demasiado grande para quebrar”.
De hecho, la mayoría de los 200 grandes clientes que operan con Deutsche en el mercado de derivados no realizó cambios en sus posiciones y desde la entidad argumentan que cuentan con unas enormes reservas de liquidez. Además, han obtenido otros 1.000 millones de euros de la venta de la aseguradora Abby Life.
Sin embargo, el temor creciente en las principales plazas financieras es que se confirme que la crisis de las entidades bancarias europeas ha vuelto y que supone un riesgo importante no sólo para los valores de Estados Unidos, sino también para las divisas.“No creemos que el EUR/USD aguante en el 1,12 en vista de estos problemas”, asegura Lien.
Analistas del Banco de Tokio-Mitsubishi UFJ, se muestran tranquilos y creen que “aunque en Europa las preocupaciones de los inversores sobre la salud de los bancos europeos han aumentado durante la última semana, no esperamos que el euro se debilite sustancialmente en el corto plazo”.
Estos expertos ven al Euro/Dólar con un sesgo neutral y un movimiento entre 1.1100 y 1.1350. En el corto plazo, “el enfoque principal será la publicación de las últimas noticias sobre la salud de la economía, incluyendo el ISM, y las encuestas del ADP de septiembre, así como los últimos sondeos de opinión de cara a la elección presidencial”. En el viejo continente, el Banco Central Europeo (BCE) entraña más riesgos que la crisis de Deutsche Bank, aseguran los analistas del Banco de Tokio-Mitsubishi UFJ.