Según explican los analistas del Bank of America en un artículo publicado hoy en Marketwatch, se espera que la cantidad de bonos sondeando tasa negativas siga creciendo, mientras los bancos centrales continúan buscando nuevas formas creativas para mantener políticas monetarias laxas, en un contexto de crecimiento global mas lento al esperado –y al deseado-.
Los bonos con rendimientos por debajo de 0% -lo que se significa básicamente que los tenedores pagan al emisor por prestarle dinero- en la actualidad representan un 23% del total del mercado de renta fija global, lo que muestra un fuerte incremento respecto al 13% de comienzos de año.
Esta extraordinaria situación se vio profundizada, a partir de que los bancos centrales –como el Banco Central Europeo y el BOJ de Japón- llevaron sus tasas de interés de referencia a terreno negativo con el objetivo de combatir los bajos niveles de inflación, logrando así llevar a mas cantidad de activos financieros a rendimientos negativos.
Es una realidad que, a medida que los riegos globales van mermando –y así parece que viene sucediendo, al menos respecto a los riesgos financieros- los inversores comienzan a atreverse a invertir en activos algo mas riesgosos –es decir con rendimientos mayores-.
Yendo al caso particular de mercado europeo, se espera que los bonos “high-yield” se vean beneficiados a partir de la caída en la oferta de bonos con calificación “investment grade” debido a la fuerte compra de estos activos, impulsados por el BCE a través de su programa de recompra de activos.
Según el informe de Bank of America, la nueva medida tomada por la entidad presidida por Draghi el mes pasado, en la cual habilita a la compra de deuda corporativa –con la mejor calificación crediticia- , favorecerá indirectamente al mercado de deuda de alto rendimiento.
Es por esto que los inversores no tendrán mayor opción que hacer apuestas cada vez más arriesgadas si quieren obtener mejores rendimientos.