El complicado inicio de año, el más bajista de la historia en la renta variable, puso en jaque al mercado de materias primas, llevando al crudo a cotizar por debajo de los USD 30 y al Bloomberg Commodity Index, índice que pondera la cotización de los recursos básicos, a marcar niveles no vistos desde que hay registros.
Lo que motivó las pérdidas fue el miedo a una recesión mundial con la desaceleración de China como telón de fondo. Dicho riesgo se fue reduciendo provocando un importante rebote que en el caso del selectivo fue del 22,2%, lo que lo llevó a ganar en lo que llevamos de año más de un 13%. Es decir, su mejor semestre desde 2010.
El crudo también experimentó un fuerte rebote que, desde sus mínimos anuales no vistos desde 2003, es del 78,2%. Así, el barril se encuentra atacando la cota de los USD 50 con una revalorización en el primer semestre del 33,3% para el Brent y del 31,6% para el West Texas, lo que significa cerrar el mejor periodo desde el pasado 2009 para el europeo.
Todo, coincidiendo con que la Organización de Países Exportadores de Petróleo no llegó a ningún acuerdo en los dos encuentros del año para congelar la producción. Pese a ello, el mercado descontó que la sobreoferta mundial de crudo se solucionará antes de que termine 2016.
Otro de los grandes triunfadores es el oro, que suma más de un 23% en el mejor semestre desde 2007. Detrás de estas importantes alzas del metal precioso está su condición de activo refugio en momentos de volatilidad del mercado.
Si el arranque descontaba una recesión mundial, el transcurso de los meses trajo consigo la victoria del Brexit en Reino Unido, que le volvió a dar alas, así como el retraso de subas de tasas por parte de la Reserva Federal estadounidense.
Y es que, cuanto más alto cotice el dólar más deprimido se ve el oro por lo que, que no se esperen incrementos en 2016 es una buena noticia para el metal precioso.
Fuente: Bloomberg.