A pesar de ser una rueda positiva para los mercados en general, principalmente gracias a la decisión del Banco de Inglaterra de recortar sus tasas a mínimos históricos (hasta 0.25% desde 0.5%) tras siete años de mantenerlas sin cambios (producto del Brexit) y del buen desempeño que mostraba el petróleo hoy (el tipo WTI saltaba más de 2.5% en el Nymex de Nueva York y cotizaba prácticamente en los USD 42), en Wall Street, predominaba la cautela.
De esta manera, el Dow Jones cedía 0,1%, hasta los 18.343 puntos, mientras que el S&P500 ganaba apenas 0,03% y se ubicaba en los 2.164 puntos. A su vez, el tecnológico Nasdaq avanzaba 0,2% y se situaba en los 5.167 puntos.
Detrás de esta actitud prudente de los inversores, no había más que incertidumbre, de cara a un nuevo informe oficial de empleo en USA. Es que como todos los meses, mañana el Departamento de Trabajo de Estados Unidos presentará sus cifras de julio.
Para esta oportunidad, se espera que se hayan activado el mes pasado unas 180.000 nóminas no agrícolas, 170.000 privadas y que la tasa de desocupación se ubique en 4.8%, apenas por debajo del 4.9% del mes previo.
Si nos basamos en los números que arrojó ayer el reporte ADP de empleo privado, el sector laboral mostraría nuevas señales de recuperación, dado que el mismo confirmó la creación de 179.000 empleos en julio por parte de la economía americana, una cifra que superó la lectura de 170.000 que esperaba el consenso de analistas.
No obstante, no hay nada dicho y las cifras no necesariamente tienen que coincidir, algo que quedó en claro con las cifras de mayo, las cuales decepcionaron fuerte al mercado, aunque se trató de un caso aislado.
Claro está, el temor de los inversores tiene que ver con la FED, en momentos en los cuales el organismo está analizando reanudar la suba de tasas comenzada en diciembre pasado e interrumpida, debido a las turbulencias financieras –entre otros factores- registrados a principios de 2016.
Además, el informe oficial de empleo saldrá a la luz justo una semana después de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos decepcionara al presentar un crecimiento muy por debajo de lo esperado para el segundo trimestre del año.
Recordemos que la economía del país avanzó a una tasa anual de 1.2%, tras una revisión a la baja del 0.8% en los primeros tres meses del año, cuando el consenso de analistas había calculado una expansión de 2.5%.
Por su parte, también ayer, el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, respaldó un alza de tasas de interés este año, aunque reconoció su preocupación respecto de que la inflación aún se ubique por debajo del objetivo del 2% del banco central.
“Pienso que la economía real lo está haciendo muy bien en Estados Unidos, especialmente ante todas las complicaciones que enfrentamos”, incluyendo un crecimiento más lento en Europa y China, aseguró Evans, según un cable de Reuters.
“Sí creo que tal vez un incremento en las tasas podría ser apropiado este año”, afirmó, agregando más tarde y por separado que “no preferiría ninguno hasta que veamos que la inflación está mucho más fuerte”.
Los riesgos a corto plazo sobre la economía de Estados Unidos, no obstante, parecen haber cedido, de acuerdo al último comunicado de política monetaria divulgado a fines de julio, lo que está generando opiniones dispares sobre el futuro proceder de la entidad, en este sentido.
Evans, quien no tiene derecho a voto este año en el panel de la Fed que fija la política monetaria pero participa en las discusiones, ha sido uno de los funcionarios más “dovish” y ha reiterado su postura moderada, prefiriendo mantener bajas las tasas de interés para darle más impulso a la economía.