Llegó junio y junto con el nuevo mes, también vinieron dos drivers muy esperados por los inversores, que al menos por un rato, dejaron de pensar en la FED. Hablamos de la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo y de un nuevo encuentro que la Organización de Países Exportadores de Petróleo realizó también hoy, esta vez en Viena.
Para ser sinceros, ninguna aportó demasiado. Desde el BCE, lo más relevante tuvo que ver con el anuncio de Mario Draghi, titular del organismo, quien confirmó que las compras de bonos de empresas privadas comenzarán el 8 de junio, dentro del marco del programa de compra de bonos corporativos.
Por otro lado, como guiño al mercado, el funcionario reiteró que si fuese necesario, el BCE aún tiene herramientas para llevar los precios hacia su objetivo.
La entidad optó por dejar sin cambios las tasas de interés en el mínimo histórico del 0%, mientras que el interés de la facilidad marginal de crédito permanece en 0,25%. A su vez, la tasa sobre los depósitos también se mantuvo estable en -0,4%.
En relación al temido “Brexit”, Draghi dijo que este tema, junto con el desarrollo del a economía global, son acontecimientos “para vigilar”, dado que podrían tener influencia en el crecimiento económico y en los precios de la Eurozona. “El BCE y la Eurozona están preparados para afrontar un posible Brexit”, aseguró.
Además, afirmó que “el desarrollo de los préstamos a las empresas siguen reflejando el ciclo de negocios, mientras que los préstamos a los hogares siguen siendo estables. Las medidas de política monetaria han mejorado claramente las condiciones de crédito y sus flujos para empresas y hogares. El paquete que hemos aprobado este año de estímulos deja entrever que habrá un crecimiento del crédito que ayudará al crecimiento económico”.
En tanto, a la hora de las previsiones macro, el banquero italiano señaló que el BCE cree que el PIB de la Eurozona crecerá un 1,6% en 2016 y un 1,7% en 2017 y 2018. Así, comparado con las previsiones publicadas en marzo, las proyecciones mejoraron para 2016, mientras que se mantuvieron sin cambios para los dos años siguientes.
El BCE consideró que en 2016, el Índice de Precios subirá un 0,2%, mientras que en 2017 crecerá un 1,3% y en 2018 se incrementará hasta un 1,6%. Versus las previsiones de marzo, las proyecciones de inflación para 2016 se revisaron levemente al alza, mientras que permanecieron sin cambios para 2017 y 2018.
Dicho esto, entonces, pasamos al otro gran driver del día, que fue la reunión de la OPEP y que tampoco aportó demasiado a la jornada. Finalmente, Arabia Saudita prometió no inundar al mercado petrolero de barriles adicionales pese a que el cartel no logró ponerse de acuerdo sobre su política de producción, en contraste con Irán, que insistió en su derecho a elevar abruptamente su suministro.
“Vamos a ser muy moderados en nuestro enfoque y nos aseguraremos de no agitar al mercado de manera alguna”, dijo el ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid al-Falih, a la prensa, antes del inicio de la reunión en Viena.”No hay razón para esperar que Arabia Saudita vaya a continuar con una campaña de aumentar los suministros”, agregó al ser consultado sobre si Riad podría elevar su oferta.
En los últimos dos años, el mercado se ha acostumbrado cada vez más a los enfrentamientos entre los dos enemigos políticos, Arabia Saudita e Irán.Recordemos que las tensiones entre el reino musulmán suní y la república islámica, de mayoría chií, no son nuevas y de hecho, fueron uno de los puntos destacados en varias reuniones anteriores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, particularmente la anterior de diciembre, cuando el grupo no pudo fijar un objetivo formal de producción por primera vez en años.
Sin ir más lejos, Arabia Saudita frustró en abril los planes de congelar la producción global de crudo que buscaban estabilizar al mercado petrolero. Riad dijo entonces que se sumaría al acuerdo, en el que también habría participado Rusia -que no integra la OPEP-, sólo si Teherán se plegaba al compromiso.
En el último año, Teherán se convirtió en el mayor obstáculo para que la OPEP alcance un acuerdo sobre su política de producción. Teherán argumenta que se le debe permitir llevar su extracción a los niveles previos a las sanciones globales que le fueron impuestas por su programa nuclear y que ya fueron removidas.
Por su parte, Khalid al-Falih, dijo hoy que sería prematuro establecer un límite artificial a la producción de petróleo, después de que la OPEP no consiguió llegar a un acuerdo sobre la política de bombeo del grupo.El funcionario declaró que no le preocupaba que el aumento de los precios a 50 dólares por barril vaya a impulsar el flujo de crudo de esquisto.
De esta manera y sin demasiadas novedades, entonces, la única noticia a destacar de la reunión de la OPEP, es que el cartel decidió por unanimidad designar al nigeriano Mohammed Barkindo como el nuevo secretario general del grupo.