La debilidad del dólar, la inclusión de China en los índices MSCI y un mayor apetito por el riesgo hace que los gestores de inversión confíen en los mercados emergentes hacia el término de este 2017.
Los factores de riesgo geopolítico siempre van a existir, pero parece que se está perdiendo ese miedo que existía el año pasado y que no dejaba aflorar el sentimiento inversionista, coincidieron especialistas. Asimismo, despiertan el interés frente al menor protagonismo de Estados Unidos.
Jonathan Steinberg, director general WisdomTree Investments, prevé que definitivamente podría haber más flujo de inversión hacia mercados emergentes si China participará más activamente en fondos globales.
La inclusión de las acciones chinas en los índices MSCI sería un parteaguas para este mercado accionario, luego de haber sido rechazado en tres ocasiones en su principal índice de mercados emergentes.
Lo anterior, aseguró Arturo Espinosa, director de Renta Variable de Santander, otorgaría un reconocimiento sin precedente para los mercados accionarios locales y obligaría a una gran cantidad de fondos a nivel mundial a invertir en acciones chinas. Dicho reconocimiento es muy importante, ya que los administradores de fondos utilizan a los índices de MSCI como benchmark.
“La vulnerabilidad del mercado hacia la debilidad de las ganancias es muy alta “, dijo Michael Hartnett, estratega en Jefe de Inversiones en BofA Merrill Lynch, “ya que la percepción de los inversores en torno al exceso en las valuaciones coincide con las altas expectativas globales con respecto a las ganancias”.
Steinberg aseveró que las valuaciones en los mercados accionarios estadounidenses son elevadas; sin embargo, “si se cumplieran las promesas fiscales de Donald Trump, serían tan poderosas para Estados Unidos y me parece que los mercados se verán fortalecidos por mucho tiempo, pero efectivamente, ese es el gran riesgo”.
De acuerdo con Richard Turnill, responsable Global de Estrategias de Inversión de BlackRock, los mercados de renta variable de Europa y los mercados emergentes (ME) se están convirtiendo en transacciones de consenso, pero consideró que aún les queda camino por recorrer.
“Nuestro índice de riesgo, que mide el apetito (de los inversores) por el riesgo, muestra niveles congruentes con asumir un riesgo moderado, pero no se aproxima de ningún modo a la “exuberancia irracional” que se vio a finales de la década de 1990 o a mediados de la (primera década) del 2000”.
“Los flujos de entrada sólidos hasta la fecha solo han reemplazado un cuarto de los flujos de salida de las acciones de los mercados emergentes entre la venta masiva del ‘berrinche por la desaceleración’ del 2013 y mediados del 2016, y solo el 17 por ciento de los flujos de salida de la renta variable de Europa el año pasado”, precisó Turnill.
Bloomberg.