El presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, dijo que no comparte el camino emprendido por Brasil en cuanto a las relaciones laborales, porque “ostensiblemente se le quitan derechos a los trabajadores”.
Entrevistado por el programa Suena Tremendo, Bergara afirmó que si bien el avance de la tecnología “va a profundizar” el proceso de flexibilización de la vida productiva y que “vamos camino a un mundo donde las jornadas laborales se van a diluir y las unidades productivas se van a seguir descentralizando”, discrepa con el contenido de la reforma aprobada por el senado brasileño.
Bergara defendió, en contraste, las políticas asumidas por el gobierno en materia laboral, con una “tradición de derechos a los trabajadores”, y calificó como “un logro de los gobiernos frenteamplistas la universalización de esos derechos”.
“Hoy hay seguridad social mucho mejor definida para trabajadores rurales, servicio doméstico y artistas. Vemos esos procesos como la dirección correcta. Ir en la dirección contraria no lo vemos bien. La reforma de Brasil tiene muchos aspectos que serían impresentables en el Uruguay”, afirmó.
Consultado sobre la posibilidad de que trabajadores y empleadores negocien individualmente un régimen de horario distinto –siempre que se respete el máximo semanal– Bergara dijo que en la mayoría de los casos “el poder de negociación está repartido de forma muy desequilibrada”.
“Mi temor -y dada la historia del mundo, es un temor bien fundado- es que la distribución del poder de negociación no es pareja y ese acuerdo entre comillas puede ser reflejo de imposiciones. A mí eso no me gusta en general”, agregó.
Bergara señaló que “un acuerdo entre un trabajador y un empleador puede llegar a ser una cuestión muy injusta” y reivindicó la reforma laboral que desarrolló el gobierno uruguayo, basada en la consolidación de la negociación colectiva. “Creemos que ha sido una reforma fructífera”.
Empleo. Bergara dijo también que pensar que la rigidez laboral está detrás de la caída de los niveles de empleo es “una mirada simplista” que “no ayuda al debate” y responde a “una perspectiva empresarial”.
Consultado por la disociación entre la actividad económica (que crece) y el empleo (que decrece), el presidente del BCU dijo que “cualquier economista sabe que la variable de empleo es la que más se rezaga de los procesos económicos. Cuando las cosas crecen, el empleo es lo último que empieza a subir porque los empleadores no salen a contratar nuevos trabajadores inmediatamente”.
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