El mercado de petróleo podría quedarse pequeño para el año 2020 si las empresas no comienzan a invertir en proyectos enfocados al largo plazo. A día de hoy existen varias inversiones de las firmas de shale que están concentradas en la producción de crudo a corto plazo, aprovechando la caída de costes de producción en esta industria, pero son pocas las que están gastando dinero en inversiones a años vista.
Con precios del petróleo en torno a los 50 dólares por barril, el gasto actual en proyectos está concentrado en aquellos de ‘ciclo corto’ vinculados con la extracción de shale, asegura Daniel Jaeggi, presidente de Mercuria Energy Group. La fuerte actividad de cobertura de estos mismos productores mantiene los precios de los futuros bajos hasta 2020, lo cual está desanimando la inversión en grandes proyectos petroleros, asegura este experto.
Según datos de la rueda de hoy, la diferencia entre los futuros de petróleo que vencen en mayo de 2017 y los que vencen en mayo de 2020 es tan sólo de un dólar. Muchas empresas han querido cubrir riesgos y asegurar unos ingresos mínimos vendiendo futuros de petróleo para fechas futuras, lo que ha reducido la curva de esta materia prima. Los futuros de West Texas con vencimiento en mayo de 2020 se intercambian hoy jueves a 50,39 dólares, mientras que sus homólogos para mayo de 2017 se cambian por 49,4 dólares.
“Estamos sembrando las semillas de una potencial inestabilidad en el futuro y de más volatilidad”, sentencia Jaeggi. En un plazo de tres a cuatro años, “no se podrá satisfacer la demanda con barriles del ciclo corto que se están extrayendo para el consumo presente”.
Después de ganar un 20% en las semanas posteriores a la decisión de la OPEP y de 11 aliados de limitar la producción para poner fin a un superávit de tres años, los precios han caído de nuevo a medida que los productores estadounidenses de shale bombean más y más crudo.
El fracking invierte a corto plazo
Las compañías petroleras están reavivando la inversión después de un repliegue de dos años, moderando, pero no eliminando, el riesgo de una futura contracción de la oferta, según ha mostrado este mes la Agencia Internacional de Energía en un informe.
Mike Muller, vicepresidente de negociación y oferta de crudo de Shell International Trading and Shipping, asegura que debido al bajo nivel de precios actuales y futuros, las decisiones de gasto en proyectos grandes se han retrasado. No merece la pena realizar inversiones muy costosas porque el precio del crudo se va a mantener en unos precios relativamente bajos, si se cumple la curva de futuros.
“Se pueden contar con los dedos de una mano estos proyectos que piensen a largo plazo”, sostiene Muller hablando de las decisiones de grandes proyectos de largo plazo que se pusieron en marcha durante 2016.
La inversión aumentará este año después de que varios descensos consecutivos hayan recortado la inversión global hasta el nivel de los 433.000 millones en 2016, según la AIE. Los productores de Estados Unidos encabezan la resurrección del gasto, y aportarán la mayor parte del crecimiento de suministros fuera de la OPEP hasta 2022, asegura este mismo organismo.
Inversión en shale
Ben Luckock, codirector de riesgo de mercado y exdirector de negociación de crudo de Trafigura Group, cree que la mayoría de los fondos para producción van a los proyectos de shale de ciclo corto más viables, en detrimento de proyectos importantes de largo plazo. Ello podría crear un déficit para 2020.
“Las recompensas fáciles de los proyectos de ciclo corto se están usando ahora, por lo cual estoy más en el bando que dice que comenzamos a ver problemas potenciales para dentro de tres o cuatro años”, sentenció Luckock.
Por su parte, James Foster, director global de materias primas de BP Oil International cree que todavía no existen datos relevantes para afirmar que se va a producir una reducción de la oferta en 2020 o para asegurar que la producción no va a cubrir la demanda de petróleo.
“Los costos para los proyectos de ciclo más largo también han bajado, por lo cual más personas están dispuestas a invertir en obras y perforación que antes no consideraban rentables”, sentencia este experto.
Bloomberg.