Petróleos de Venezuela (PDVSA) anunció recientemente una nueva extensión, hasta el 21 de octubre, para la recepción de ofertas para intercambiar, al menos un 50% de los USD 5,325 millones en bonos que vencen en el 2017, por títulos al 2020. Lo que ha generado una situación de alarma respecto a la crisis financiera que podría generar que la empresa no pueda pagar sus adeudos.
Al aceptar que hasta la fecha ha conseguido una participación “sustancialmente menor” al mínimo que fijó, PDVSA advirtió a sus tenedores que, de no concretarse la operación, “podría ser más difícil” cumplir con sus pagos.
En una llamada con inversores liderada por su jefe de despacho, Rafael Rodríguez, PDVSA reiteró que en caso de no lograr intercambiar su deuda evaluaría “todas” las opciones a su disposición, en medio de un desplome de sus ingresos debido a los bajos precios del crudo.
“Dijeron una frase muy específica cuando le preguntaron si el ‘default’ era una opción y la respuesta fue: ‘opciones son todas las opciones’; lo que quiere decir que están evaluando todo”, dijo Asdrúbal Oliveros, director de la firma local Ecoanalítica, quien participó en la llamada.
“PDVSA está usando una táctica de persuasión agresiva, utiliza el argumento del ‘default’ como una manera de presionar, para intentar forzar que, en estos últimos días, los fondos entren al canje”, agregó, señalando que los fondos de inversión institucionales, los mayores tenedores de la deuda sujeta a canje, han sido los menos proclives a participar en la oferta.
Eulogio Del Pino, presidente de PDVSA, dijo que las medidas son tomadas también en función de las perspectivas de los precios del petróleo en el mercado.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, insiste en que su gobierno cumplirá con todos los pagos de deuda como ha hecho hasta ahora, pese a la merma de ingresos en divisas que sufre su nación agravada tras el desplome de los precios del crudo, su principal producto de exportación.
Sin embargo, tanto Fitch, como S&P piensan lo contrario.”Consideramos la oferta como un canje de deuda desventajoso, más que puramente oportunista, dadas las desafiantes condiciones operativas actuales y los significativos vencimientos de deuda que enfrenta PDVSA, y que muy probablemente conducirán a un default convencional cuando las notas existentes venzan”, indicó Standard & Poors hace un mes.