El primer debate de la campaña presidencial estadounidense, los anuncios casi diarios de un grupo de países del Grupo de los 20 (G20) sobre tasas de interés y una reunión clave de países productores de materias primas. Con esta agenda tan apretada en septiembre, ningún tipo de activo es inmune a posibles eventos de riesgo.
Esto por no mencionar de que septiembre siempre se ha contado entre los peores para las acciones, el único en el cual la mediana de retornos del S&P 500 ha sido negativa desde 1928, según Savita Subramanian, jefa de estrategia cuantitativa y bursátil para los Estados Unidos de Bank of America Merrill Lynch.
Ahora bien, los estrategas de Wall Street advierten sobre el fin de la inusual calma que ha caracterizado a los mercados en agosto y recomiendan a los clientes apostar a la volatilidad, para lo que mencionan, en parte, la perspectiva de crecientes correlaciones entre activos.
LA VOLATILIDAD QUE VIENE
Por su parte David Woo, jefe de análisis global de monedas y tasas de Bank of America Merill Lynch, ha sugerido que los inversores son en exceso complacientes respecto de las posibilidades de una “victoria abrumadora” en las próximas elecciones estadounidenses, que allanaría el camino para un estímulo fiscal en la mayor economía del mundo.
Esto, a su vez, podría asestar un fuerte golpe al riesgo sobre las carteras, especialmente teniendo en cuenta la magnitud de la reacción al retiro gradual de los estímulos en 2013 o a la devaluación de la moneda china de 2015.
Sin duda, no hay seguridad de que esa volatilidad se concretará: los estrategas también advertían sobre una caída de las acciones estadounidenses y un aumento de la volatilidad inmediatamente antes de que iniciaran un ascenso a los niveles máximos históricos.
El primer gran evento que dará comienzo al festival del mes será el informe sobre las nóminas no agrícolas de agosto, cuya difusión está prevista para el viernes. Una cifra fuerte podría preparar el terreno para que la Reserva Federal (Fed) suba las tasas cuando los funcionarios se reúnan el 21 de septiembre.
LA FED, FACTOR DE RIESGO
Las decisiones de los bancos centrales impulsarán los mercados del mundo en septiembre, dadas las probabilidades de un incremento de la tasa por parte de la Fed y el impacto de grandes programas de compra de activos en el Reino Unido, Japón y la zona del euro, en especial en lo relacionado con los mercados cambiario y de crédito.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reunirá el 8 de septiembre y deberá decidir si prolonga o interrumpe su estrategia de estímulo cuantitativo a la luz de los límites que estableció sobre lo que puede comprar. Los analistas estiman que el BCE podría extender el horizonte de su programa de compra de activos de marzo a septiembre de 2017.
La próxima reunión del Banco de Inglaterra será el 15 de septiembre –los analistas que consultó Bloomberg ven sólo 6.3% de probabilidades para una reducción de la tasa en esa reunión- y la atención se centrará en los desafíos de instrumentar el plan de compra de bonos de la autoridad monetaria luego de un comienzo difícil.
También crece el temor de que el Banco de Japón (BOJ) agote su arsenal de políticas en un contexto de PIB débil, persistentes presiones deflacionarias y una menor disponibilidad de bonos gubernamentales para comprar.
El BOJ dará a conocer los resultados de su análisis de la política monetaria el 21 de septiembre –el mismo día en que la Fed tomará una decisión-, en un contexto de crecientes expectativas de que hunda aún más sus tasas en territorio negativo.
La cumbre del G20 se desarrollará el 4 y 5 de septiembre y China, el país anfitrión, buscará concentrarse en el crecimiento global y en los problemas del sector financiero. En los últimos meses ha habido un cambio de retórica de las autoridades de las economías desarrolladas a favor de políticas fiscales más laxas, dada la baja de los rendimientos del estímulo monetario.
En el caso de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), desde Barclays piensan que hay elementos para considerar que la amenaza de mantener la producción en los niveles actuales es más creíble esta vez. Los funcionarios de los países miembros de la OPEP tienen previsto reunirse en Argelia del 26 al 28 de septiembre.
TAMBIÉN LA OPEP
“En relación con los países que no miembros a la OPEP, muchos analistas pensaban que no podían producir más (Rusia, por ejemplo), así como algunos países de la OPEP; (sin embargo), han seguido incrementando su producción”, escribe Kevin Norrish, director gerente de análisis de productos primarios. “Esta vez un congelamiento podría contribuir a frenar las posibilidades de un nuevo aumento de la oferta.”
Septiembre es también el inicio del año escolar en los mercados de capital primarios globales, y los analistas pronostican que habrá un repunte en las emisiones de grado de inversión en los Estados Unidos a pesar de que agosto tuvo una poco común fuerte oferta.
Los analistas de Bank of America, por ejemplo, estiman que habrá USD 120 mil millones en nuevos bonos de alta calificación.
La facilidad con que los mercados de crédito absorban la oferta servirá como indicador de los volúmenes de fusiones y adquisiciones y de recompras en el segundo semestre, dado el importante papel del mercado de bonos en las actividades de financiamiento empresarial, dicen los analistas.
Bloomberg.