El Shanghai Index, índice de referencia de la bolsa china, cerró este lunes con un descenso del 1,9%, la mayor corrección desde el 27 de julio. En la jornada de hoy, martes, parece haber vuelto la calma con un cierre plano, no obstante, las tiranteces que se están presenciando en el mercado interbancario podrían estar dejando entrever, como ha ocurrido en otras ocasiones, que otro crash chino podría estar a la vuelta de la esquina.
Cada vez que EE.UU. planea una suba de tasas, los mercados chinos sufren fuertes sacudidas. Como ya sucediese en agosto del año pasado y en enero de 2016, la tasa de interés interbancario (Hibor) de Hong Kong a tres meses se disparó.
En esta ocasión, la suba fue de 95 puntos básicos hasta el 4,21%, el nivel más alto desde marzo, según datos del propio Banco de China. La subida del Hibor en yuanes en agosto de 2015 y enero de 2016 coincidió con el desplome de la Bolsa China.
Es que cuando se acerca una subida de tasas en EEUU, las presiones sobre el yuan no tardan en aparecer. El Banco Popular de China (BPC) sigue empecinado en mantener un tipo de cambio estable respecto al dólar, por lo que se ve obligado a intervenir en el mercado de divisas vendiendo dólares y comprando yuanes.
Este tipo de intervención, habitual en los países que tienen un tipo de cambio fijo, puede producir ciertas restricciones de liquidez. El BPC está ‘sacando’ del mercado yuanes con estas operaciones, lo que influye en la tasa de interés interbancario en yuanes, creando ciertas estrecheces que también influyen a la cotización de las acciones.
La estabilidad del yuan
“Quieren que el yuan se mantenga relativamente estable porque está entrando en la cesta de divisas con Derechos Especiales de Giro del FMI y no quieren que se deprecie significativamente antes de que esta situación se estabilice”, señala Hao Hong, director de estrategia de China de Bocom en Hong Kong a Bloomberg. De todos los mercados de activos, creo que las acciones son lo que menos preocupan en la actualidad” a los responsables de política de China, señaló este experto.
“La tasa Hibor es una referencia para los inversores de acciones de la bolsa”, comenta Wu Kan, gestor de fondos de JK Life Insurance en Shanghái. “Su aumento significa un incremento de los costos de capital y esto no es bueno para la renta variable”.
Las pérdidas que ha sufrido el lunes el principal indicador de la Bolsa coincidieron con una oleada de ventas de acciones en todo el mundo. Parece que cada vez que la Reserva Federal va a mover ficha el mundo va a explotar. El miedo se apodera de las bolsas, sobre todo de aquellas cuya divisa está anclada al dólar, pero en un mundo tan interconectado sufren casi todas las plazas del mundo, como se ha podido ver este lunes.
La jornada de este martes fue algo más tranquila después de que Lael Brainard, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, pidiera ayer prudencia a la hora de subir tasas y de retirar los estímulos monetarios. Wall Street acabó la sesión con alzas superiores al 1%, mientras que el Shanghai Index y el Nikkei han acabo con leves ganancias.
No obstante, la Reserva Federal tendrá que realizar una suba de tasas antes o después, siempre y cuando los indicadores económicos sigan acompañando. China y otros países emergentes deberán resistir las turbulencias de la mejor manera posible.
Lo cierto es que ya hay cierto temor en China. El BPC podría verse impedido a implementar una política monetaria expansiva si quiere mantener la estabilidad del yuan. Y es que las salidas de capital del país y la fortaleza del dólar limitarán el margen para recortar las tasas de interés o el coeficiente de reserva de los bancos.
En la jerga económica, esta es la llamada “trinidad imposible”, que impide al BPC implementar la política monetaria que necesita el país en este momento si quiere mantener anclado el yuan al dólar.