El economista, que supo anticipar la crisis financiera de 2007/2008, sostiene que “hay varias razones para creer que el rally alcista se está quedando sin fuerza”. Roubini explica que hasta ahora, “las expectativas del estímulo fiscal han impulsado las acciones, pero también han incrementado los tipos de interés a largo plazo, lo cual daña el gasto en capital y a sectores muy sensibles a los intereses como el inmobiliario”, afirmó en un artículo para Project Syndicate.
La apreciación del dólar
Pero además, estas expectativas están fortaleciendo al dólar “lo que destruirá muchos de los empleos que se supone que Trump iba a mantener. El presidente dice que ha ‘salvado’ 1.000 empleos en Indiana presionando y embaucando al fabricante de aire acondicionado Carrier; pero la apreciación del dólar desde las elecciones podría destruir casi 400.000 empleos”, asegura el profesor de la Universidad de Nueva York.
Como destacaba ayer Bill Gross, un dólar más fuerte hace que los bienes producidos en EE.UU. sean menos competitivos. Sin embargo, esta situación hace que los activos financieros de este país sean más atractivos, los inversores introducirán capitales en el país pero no para mejorar la productividad ni para comprar bienes hechos en EE.UU., sino para adquirir activos financieros, un bucle infinito que seguirá apreciando el billete verde si no se toman medidas.
Por otro lado, Roubini insiste en que aunque muchos han aplaudido los planes de Donald Trump, el think tank Tax independiente Policy Center muestra que la mitad de los beneficios fiscales que quiere implementar el presidente irán a parar directamente al 1% más rico de la población.
El proteccionismo comercial
Roubini cree que las políticas proteccionistas desembocarán en guerras comerciales. Muchos países impondrán como respuesta aranceles a las importaciones de productos hechos en EEUU, una guerra que sólo servirá para reducir el crecimiento en EEUU y el bienestar del globo. Las restricciones a la inmigración también tendrán un efecto negativo sobre la economía, puesto que un país hostil con los extranjeros es un país que deja de atraer talento.
Esta mezcla de políticas apreciarán el dólar, por lo que dejará sin efecto algunas de las intenciones del equipo del presidente. Si esto ocurre, probablemente “Trump podría intervenir para debilitar el dólar, o incluso imponer controles de capital para limitar su fortalecimiento. Los mercados ya están empezando a ser más cautelosos; el pánico total es una opción probable si el proteccionismo y una política monetaria politizada hunden el comercio y dan lugar a controles de capital”.
Nouriel Roubini concluye que “las políticas inconsistentes, erráticas y destructivas del presidente se cobrarán su peaje en el crecimiento económico de EEUU y global a largo plazo”.
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