Entre 2016 y 2018, las empresas de países emergentes enfrentarán pagos derivados de vencimientos en su deuda por un monto de USD 340 mil millones, es decir, 40% más que lo que han pagado en los últimos tres años, de acuerdo con un balance realizado por el Banco de Pagos Internacional (BIS, por sus siglas en inglés).
Los corporativos no financieros de naciones emergentes aprovecharon la existencia de dinero barato después de la crisis inmobiliaria en Estados Unidos y vivieron un boom de emisiones que inició en 2010, pero ahora llegó el tiempo de cumplir y su capacidad de pago y de refinanciamiento se pondrá a prueba pronto, de acuerdo al BIS, sobre todo si el precio del dólar sube.
“La acumulación de deuda desde la crisis financiera ha dejado particularmente a los países emergentes vulnerables a salidas de capitales”, explica el documento realizado por Nikola Tarashev, Stefan, Avdijiev y Ben Cohen, especialistas del BIS.
“Algunas de las compañías no financieras se endeudaron de forma importante, con mucha de su deuda denominada en dólares”.
Lo anterior provocará que el ciclo de endurecimiento en el financiamiento se alimente a sí mismo, asegura el organismo. Para pagar sus deudas, las empresas tendrán que retirar su dinero de los bancos locales, quienes a su vez aumentarán los márgenes de crédito, presionando al alza así el costo del endeudamiento en el mercado de bonos.
Al mismo tiempo, los corporativos recibirían presión en el mercado cambiario, sobre todo si su deuda fue emitida en la divisa norteamericana. Un dólar más alto implicará mayores erogaciones para cubrir el servicio de su deuda, sobre todo para aquellas empresas que no son generadoras de divisas y que, por lo tanto, tienen que salir a comprar billetes verdes al mercado.
La evolución del dólar en el mercado internacional de divisas dependerá, en parte, del ritmo de recuperación de la economía de Estados Unidos, pero sobre todo de los pasos que seguirá la Reserva Federal en materia del costo del dinero.
Tasas de interés más altas contribuirán a elevar el precio del dólar con respecto a otras divisas, pero particularmente frente a las monedas de países emergentes.
De acuerdo con la negociación de futuros de fondos federales, la probabilidad de que la Reserva Federal suba el costo del dinero en este año es de 51% para la reunión que el organismo llevará a cabo en diciembre.
‘DINÁMICA DESESTABILIZADORA’
Entre las conclusiones del estudio del BIS, destaca que el endeudamiento del sector privado ha “sobrecalentado” a algunas de las principales economías emergentes y que el desequilibrio podría generar una “dinámica desestabilizadora”.
Además, el BIS señala que los flujos de capital podrían jugar un papel importante en la próxima fase de los ciclos económicos de los países emergentes.
“Un número cada vez mayor de empresas se han convertido en vulnerables a ser punta de lanza en defaults por una mayor desaceleración en el crecimiento económico y/o depresión en el precios de los activos”, señala el informe.