La marcha de la economía de América Latina es “decepcionante” porque experimenta un crecimiento moderado en comparación con el repunte que vive el resto del mundo, dijo a Reuters Roberto Sifón Arévalo, ejecutivo de Standard & Poor’s para América.
La región “con suerte” va a crecer un 1% este año debido a problemas internos que enfrentan los Gobiernos tras años de políticas populistas, que aprovecharon los altos precios de las materias primas para aumentar el gasto, explicó el director ejecutivo de Calificaciones Soberanas y Finanzas Públicas para las Américas.
“La región es bastante decepcionante en este momento porque estás viendo un mundo que está empezando a crecer. Estados Unidos, principal motor, creciendo al 2,5%, Asia todavía creciendo al 6%, mercados en alza, commodities estabilizados”, sostuvo el ejecutivo en una entrevista en Buenos Aires.
“Muchos países, sobre todo los grandes de la región, vienen de muchos años de commodities altos, que te permitió hacer mucho populismo, mucho gasto con poco control y eso tiene un costo”, agregó Sifón Arévalo.
Según el ejecutivo, los nuevos Gobiernos de la región buscan introducir reformas que son difíciles de llevar adelante porque generan conflictos internos.
Si bien halagó los cambios que introdujo el presidente de Argentina, Mauricio Macri, tras asumir a fines del 2015, dijo que le gustaría ver una reducción del déficit fiscal mucho más rápida.
“Lo que implica tener un déficit que continúa siendo relativamente alto es que el nivel de endeudamiento sigue creciendo”, explicó.
Respecto a Brasil, donde S&P mantuvo la semana pasada la nota en “BB” y cambió su panorama a “negativo”, dijo que la calificadora está esperando lo que sucederá con su déficit.
“Estamos enfocados en el plan de reformas que el Gobierno ya viene anunciando hace un tiempo, queremos ver qué de esas reformas realmente puede efectivamente implementar”, explicó.
Colombia y Perú. En Colombia, donde S&P tiene una perspectiva negativa, Sifón Arévalo dijo que una eventual modificación de su calificación dependerá de las cifras oficiales que surjan tras la implementación de la reforma fiscal aprobada a fines del año pasado.
La calificadora dijo que tiene una expectativa de crecimiento “relativamente bajo” en Perú, ya que el caso Odebrecht, que tuvo una fuerte repercusión en el país, impactó en la actividad económica al afectar obras de infraestructura.
Si bien el país andino tiene una calificación muy alta, BBB+ dentro del grado de inversión, la economía “hace dos años estaba más cómoda en ese nivel de calificación que ahora”, indicó el ejecutivo.