S&P Global publicó recientemente un análisis donde se profundizó en el impacto de las tasas de interés negativas. Una herramienta monetaria primordial para los bancos centrales y los gobiernos con el fin de estimular aquellas economías en las que el crecimiento parece ser inmune a los esfuerzos de iniciativas y monetarias tradicionales y sobre las potenciales consecuencias de su llegada generalizada.
“Las tasas de interés negativas han sido en ocasiones consideradas por muchos economistas como una estrategia radical o incluso una imposibilidad matemática. Pero con otras herramientas de estímulo bien teniendo un impacto limitado o siendo considerada como ‘políticamente inviable’, algunas de las economías más importantes del mundo se están volviendo a las tasas negativas para despertar economías moribundas”, afirmó John Kingston, director de Global Market Insights en S&P Global y director del proyecto de este estudio.
“Sin embargo, movernos a un entorno de tasas negativas, en cualquier de las circunstancias que analizamos, es una clara señal de desesperación dada la lista de potenciales daños económicos que se deriven de estas política”.
Según Kingston, el efecto dominó de las tasas se nota en los mercados y su impacto no va a ser necesariamente positivo para un amplio número de tipos de activos. “Aún así, si los estímulos económicos a través de las políticas fiscales sigue estando mal vistos, a los bancos centrales no les quedan muchas otras opciones para impulsar la actividad económica”, concluyó.
La revisión realizada por los expertos de S&P Global determina como en el caso de la eurozona, las tasas de interés negativas han ayudado a la economía, pero obligan a las aseguradoras a someterse a una nueva realidad, mientras que en Japón las señales positivas para la actividad económica siguen siendo escasas.