Standard & Poor’s (S&P) rebajó la calificación crediticia de China de ‘AA-‘ a ‘A+’ ante un aumento de los riesgos económicos y financieros a los que se enfrenta el gigante asiático tras un largo período de fuerte crecimiento del crédito. Se trata de la primera rebaja de la agencia desde 1999 y alude a un aumento sustancial de su deuda.
S&P, que mantuvo su perspectiva en estable, explicó que el aumento exponencial de la deuda pública y privada en China en los últimos años alentó el crecimiento del PBI pero al mismo tiempo “ha disminuido en cierto grado la estabilidad financiera”. “Prevemos que el crecimiento del crédito seguirá en los dos o tres próximos años en niveles que agravarán los riesgos financieros”, indicó la firma.
Al hilo de esta explicación, la agencia también ha procedido a rebajar la calificación de los tres mayores bancos extranjeros que operan principalmente en este país. A su juicio, HSBC, Hang Seng y DBS Bank contarían con pocas probabilidades de seguir operando si las finanzas chinas flaquean.
S&P sigue así los pasos de Moody’s que en mayo también decidió por sorpresa rebajar la nota de la segunda economía mundial por primera vez en tres décadas. Esta última agencia también hacía referencia al crecimiento de la deuda y a la debilidad financiera. Fitch, por su parte, mantuvo intacta su visión sobre China en el mes de julio.
En los últimos años el crecimiento chino se ha apoyado básicamente en los grandes proyectos de infraestructuras y del sector inmobiliario, financiados en su mayoría con créditos. En el primer semestre de este año, el PBI del país creció un 6,9% frente al 6,7% de 2016.
*** Con información de Reuters.