9 de marzo de 2009. El S&P 500 marca en Wall Street un mínimo en los 666 puntos, aunque esa misma jornada cierra 10 puntos por encima. Fueron los mínimos bursátiles de la peor crisis financiera en Estados Unidos desde la Gran Depresión posterior al crac de 1929. Ocho años después, el indicador camina casi 2.000 puntos por encima de ese “número infernal”.
1 de marzo de 2017. El S&P 500 marca un nuevo máximo histórico en los 2.401 puntos. Desde los mínimos de hace casi justo ocho años, el selectivo estadounidense se revalorizó 260%, hasta alcanzar una valoración conjunta que supera los USD 20 billones.
El ‘infierno’ bursátil hace mucho tiempo que fue dejado atrás. El mercado alcista en Wall Street comenzó unos meses antes de que USA dejara atrás la Gran Recesión, que se prolongó durante 18 meses, hasta julio 2009.
Las bolsas, una vez más, demostraron su gran capacidad para descontar acontecimientos futuros y comenzaron a subir tres meses antes de que la economía estadounidense comenzara un proceso de reactivación que se prolonga ya durante 92 meses consecutivos.
Se trata de uno de los ciclos expansivos más longevos de la historia para EE.UU., ya que el récord de crecimiento desde mediados del siglo XIX se prolongó durante 120 meses, 10 años, entre abril de 1991 y marzo de 2001, según la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés).
En otras palabras, el S&P 500 tocó piso el 9 de marzo de 2009 en 666 puntos y no paró de subir.
¿QUÉ ESPERA EL MERCADO PARA LOS PRÓXIMOS MESES?
Pero las rentabilidades pasadas de cualquier activo financiero no implican que las rentabilidades futuras sean similares. Al contrario, en algún momento que nadie puede anticipar con seguridad, EE.UU. entrará de nuevo en recesión y el mercado alcista dará paso a un nuevo ciclo bajista en Wall Street.
Los analistas de Bank of America Merrill Lynch elevaron esta misma semana su previsión de cierre de año para el S&P 500 hasta 2.450 puntos desde su anterior previsión de 2.300 puntos. Pero al mismo tiempo avisan: “nos encontramos en la típica última fase de los mercados alcistas”.
Según estos expertos, en los periodos finales de los mercados alcistas de larga duración como el actual, los fundamentales del mercado quedan relegados a un segundo plano, en detrimento de las señales técnicas y, sobre todo, del sentimiento positivo (complacencia) de los inversores. “Creemos que el mercado todavía tiene potencial para seguir subiendo, porque todavía no se ha producido la gran rotación desde la Renta Fija hacia la Renta Variable”, afirman desde el banco estadounidense.
Para los inversores de largo plazo, la prima de riesgo sobre la renta variable estadounidense ha aumentado debido a la elevada valoración que han alcanzado las acciones. “Típicamente, en las últimas etapas de un mercado alcista, los beneficios son elevados de manera cíclica y los múltiplos que el mercado asigna a esos beneficios también son elevados”, explican estos analistas. De media, los dos últimos años de los mercados alcistas han ofrecido retornos medios del 30% a los inversores.
Como resultado, los activos pueden comenzar a estar sobrevalorados en relación a su valor intrínseco, aunque esta divergencia puede durar años. “Por eso distinguimos nuestra previsión de cierre para el S&P 500 en 2.450 puntos (basada en el sentimiento de mercado y en criterios técnicos) de nuestro valor intrínseco estimado de 2.230 puntos”, afirman desde BofAM. Aunque al mismo tiempo alerta de que espera una corrección hasta 2.230 puntos durante los meses de primavera y verano allí.
En lo que se refiere a muy largo plazo, su previsión es que el S&P 500 cotice en 2025 en 3.500 puntos, una estimación basada sólo en el análisis fundamental. Esto implica un retorno anual total del 6-7%. Pese a esta previsión positiva, tanto a largo plazo como de cara al cierre del ejercicio, estos expertos lanzan una advertencia a corto plazo.
“Esperamos un stop en el rally de valores de menor calidad, conforme tengamos más claridad sobre el potencial estímulo de la reforma fiscal de Trump. Las expectativas que el mercado ha descontado son muy optimistas en relación a los posibles retrasos y acontecimientos negativos” que pueden producirse, señalan estos expertos.
Su previsión es que el crecimiento de los beneficios se reduzca en el segundo trimestre y, aunque esperan que el sentimiento siga mejorando, el mercado puede tomarse un tiempo para asimilar el exceso de confianza antes de protagonizar otro tramo alcista.
“Aunque esperamos que el mercado termine el año por encima de su nivel actual, el camino puede volverse accidentado en primavera y verano. Por ello, vemos una elevada probabilidad de que el S&P 500 caiga por debajo de su valor intrínseco de 2.230 puntos antes de final de año”, concluyen.
¿CUÁL ES EL PEOR ESCENARIO?
Desde BofAM también ofrecen su visión de lo que puede ser el peor escenario posible para Wall Street, aunque no es su escenario base. Tan sólo otorgan un 25% de posibilidades a un mercado bajista que pueda llevar al S&P 500 hasta 1.600 puntos. El hecho de que la última fase de los mercados alcistas ofrezca grandes retornos de media hace que sea “muy doloroso” y poco rentable para los inversores abandonar el mercado antes de tiempo.
En su opinión, el sentimiento de mercado es positivo, pero todavía es bajo en relación a sus parámetros históricos. “El cambio de especticismo a optimismo es el primer paso hacia la euforia de mercado que suele verse al final de los mercados alcistas”, afirman.
Sin embargo, BofAML considera que el peligro de una recesión en EEUU, que pueda provocar el inicio de un nuevo mercado bajista en Wall Street, ha quedado relegado en 12 – 18 meses más, debido a los planes de estímulo que pretende aplicar el presidente Trump. De momento, el actual mercado alcista cumple su octavo aniversario en plena forma. Veremos si es capaz de soplar las nueve velas el próximo 9 de marzo de 2018.
Fuente: Bloomberg.