La paciencia de los inversores respecto a las promesas de Donald Trump parece estar agotándose, pues diversos indicadores en el mercado accionario de Wall Street ya muestran signos de debilidad.
Luego de haber repuntado 5.5% desde la toma de posesión y casi 15% desde la elección, el índice bursátil S&P 500 muestra una tendencia lateral e incluso con un sesgo negativo, en la que ha perdido casi 2% en un lapso de dos meses.
No obstante, una de las señales más claras de decepción está en los flujos de capital en el mercado norteamericano. Según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), entre mediados de marzo y mediados de abril salieron USD 22.000 millones de las bolsas de Estados Unidos, lo cual contrasta con los USD 32.000 millones que entraron en las cuatro semanas previas.
“Los flujos de salida se vieron particularmente en Estados Unidos, en medio de las crecientes preocupaciones sobre el destino que seguirá la propuesta de reforma fiscal de la administración de Donald Trump”, explicaron en su análisis Celso Nozema y Fiona Nguyem, especialistas del IIF.
A nivel sectorial el desencanto es más claro. Por ejemplo, las emisoras del ramo financiero, que se habían beneficiado de la posibilidad de una menor regulación, registran una caída de 8% de inicios de marzo a la fecha. El sector industrial, que tenía expectativas en las promesas sobre mayor gasto en infraestructura, ha caído un 2% en el mismo periodo.
En contraste, el sector de empresas minoristas, sobre el cual había nerviosismo ante la posibilidad de que el impuesto fronterizo afectaría sus ventas, tiene una tendencia alcista.
Este comportamiento, según analistas, es un mensaje claro de los inversionistas al presidente: el avance en las propuestas de campaña, hasta ahora, no es suficiente.
Según una encuesta global entre administradores de fondos, realizada por Bank of America, sólo el 5% de los encuestados consideró que la propuesta fiscal de Trump quedaría lista antes del verano. En tanto, poco más del 40% cree que el plan no pasará antes de 2018.
Según el mismo sondeo, el retraso en la propuesta fiscal de Trump se ubicó como el segundo riesgo de cola más mencionado, con 21%, sólo por detrás de las elecciones en Europa y el riesgo de desintegración de la región, con 23%. Una guerra comercial fue el tercer riesgo más percibido, con 17% de los encuestados.
VALUACIONES ‘ATERRADORAS’
Las acciones en Estados Unidos están a expensas de otro gran riesgo: las altas valuaciones.
La semana pasada, el inversor multimillonario Paul Tudor Jones dijo que años de tasas de interés bajas han inflado las valuaciones de las acciones hasta un nivel no visto desde 2000, justo antes de que el Nasdaq cayera 75% durante más de dos años. Esta medición -el valor del mercado de las acciones en relación con el tamaño de la economía- debería resultar “aterradora” para un miembro del banco central, dijo Jones a principios de este mes en una conferencia a puertas cerradas de Goldman Sachs Asset Management, según personas que asisitieron.
En tanto, Scott Minerd de Guggenheim Partner dijo que esperaba una “corrección significativa” este verano o a principios del otoño. Philip Yang, administrador macro que dirige Willowbridge Associates desde 1988, ve una caída de las acciones del 20 al 40%, según personas familiarizadas con su postura.
Incluso Larry Fink, cuya firma BlackRock tiene bajo su gestión USD 5.400 millones apostando principalmente a mercados en alza, reconoció esta semana que las acciones podrían caer entre 5% y 10% si las ganancias corporativas decepcionan.
Bloomberg.