Tal como estaba previsto, el Departamento de Comercio de Estados Unidos presentó su informe del PBI del segundo trimestre. No obstante, el mismo no cumplió con las expectativas del mercado, ya que los analistas de Bloomberg esperaban un avance en torno al 2.5% y la lectura fue de 1.2%.
En cuanto al dato del trimestre previo, según esta última revisión, el mismo aumentó a un ritmo anualizado del 0,8%, frente al 1,1% calculado en la estimación anterior.
A su vez, el consumo personal creció en el segundo trimestre un 4,2% y también incumplió las expectativas del mercado, ya que para este caso los analistas hablaban de un 4,4%. Sin embargo, fue el responsable de casi todo el repunte del PBI de este período, ya que registró su ritmo más rápido desde el cuarto trimestre de 2014.
Esa tasa de expansión probablemente sea insostenible, pero los economistas afirman que el fortalecimiento del mercado laboral, el aumento de los precios de las casas y un mayor ahorro deberían apuntalar el gasto durante el resto de 2016.
La acumulación de inventarios por parte de las empresas cayó en USD 8.100 millones en el segundo trimestre, la primera baja desde el tercer trimestre de 2011, y que se compara con un incremento de USD 40.700 millones en el primer trimestre.
Debido a eso, la inversión en inventarios sustrajo 1.16 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en el último trimestre, que fue el cuarto trimestre consecutivo en que los inventarios pesaron sobre la producción económica.
Pero también hay que tener en cuenta que la menor acumulación de inventarios es una buena señal para el crecimiento en los próximos trimestres.
Pese a los efectos persistentes del fortalecimiento del dólar y de la debilidad de la demanda global, las exportaciones estadounidenses subieron en el segundo trimestre, lo que ayudó a reducir el déficit comercial. Más en detalle, el comercio sumó 0.23 punto porcentual al crecimiento del PIB.
Por su parte, Wall Street no definía tendencia y si bien los futuros marcaban subas de hasta 0,3%, ahora que recién comenzó la rueda, se veían rojos de 0.2%, tanto en el Dow Jones, como en el S&P500.
Tras el comunicado de la FED del miércoles, los inversores prácticamente se convencieron de que el organismo retomaría la suba de tasas -que arrancó en diciembre, pero quedó en pausa, por el derrumbe que sufrieron los mercados a principios de año-.
Sin embargo, las flojas cifras de hoy podrían alterar los planes del organismo, aunque se sabe que a la hora de analizar su política monetaria, también toma en cuenta los datos del sector laboral y de inflación, un combo clave que se suma, además, a la delicada coyuntura internacional.