El Departamento de Trabajo de Estados Unidos informó que durante julio se crearon 209.000 puestos de trabajo, una cifra superior a los 180.000 que estimaba el mercado.
A su vez, la tasa de desocupación cayó a 4.3%, desde el 4.4% anotado en junio.
Así, la cantidad de desempleados totales se encuentra en 7 millones. De ese número, 1,8 millones son desempleados de larga duración, es decir, que llevan más de 27 semanas sin trabajo.
Por su parte, el salario por hora de los empleados no agrícolas aumentó un 2,5% interanual -0,3% respecto al mes anterior- hasta alcanzar los 26,36 dólares. Tanto en la comparativa anual como en la mensual, el incremento es de una décima por encima de lo proyectado por el mercado. Se trata de una variable muy seguida por el mercado por su capacidad de generar presiones inflacionarias y, junto al nivel de empleo, tener influencia en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
De hecho, en la última reunión el banco central presidido por Janet Yellen advirtió de la debilidad de la inflación. La próxima cita tendrá lugar entre el 19 y 20 de septiembre, aunque el mercado apenas da opciones a la posibilidad de que haya un incremento de tipos. Tampoco en noviembre. Mientras que en diciembre, el indicador FedWatch de CME Group apunta a una probabilidad del 54,4% de que siga invariable el ‘precio del dinero’, un 42,5% de que haya un repunte de 25 puntos básicos en lo que queda de año y un 3% a que el alza sea de 0,5 puntos básicos.
Además, se revisaron alza los datos del mes pasado, que pasaron de los 222.000 a los 231.000.